El lavavajillas es uno de esos electrodomésticos que nos facilitan el trabajo diario, al eximirnos del tedioso deber de fregar los trastos. Simplemente, ordenas los platos, vasos, cristalería, ollas, sartenes y demás utensilios de cocina en las bandejas deslizantes, agregas detergente, enciendes y listo, el aparato hace todo.

Adicionalmente, puedes agregar abrillantador y todo saldrá reluciente, sin las molestas manchas de restos de cal. Algo que es relevante, si el agua de tu vivienda o negocio es dura, es decir, rica en carbonato cálcico u otras sales minerales.

Aunque usarlo es sencillo, el aparato en sí, debe cumplir una serie de procesos para brindarte un buen resultado. Cada uno de esos procesos implica la acción de determinadas piezas.

El lavavajillas moderno posee una placa electrónica de control que incluye un ordenador con su respectiva interfaz para darle las indicaciones y un motor eléctrico que le da vida al proceso de lavado.

Además, una bomba de agua que permite la circulación del agua, con tuberías para su desplazamiento y suministro. Así como válvulas que dispensan agua jabonosa o limpia en el momento oportuno, sea fase de lavado o de enjuague.

Igualmente, un sistema calentador de agua, unas aspas o brazos rociadores que proyectan el agua a presión hacia los trastos y un sistema de desagüe para los desechos. Hay modelos que también aplican chorros de vapor de agua para ablandar la suciedad de la vajilla, incorporando un sistema calentador y difusor.

El hecho es que todos estos procesos y piezas involucrados son susceptibles de falla en un momento dado. Así que tu lavavajillas bien puede parecer activo, pero no cumplir su función de lavado adecuadamente.

Por tanto, es importante conocer esas posibles fallas, sus causas y posibles soluciones, y para ello a continuación te suministro las clave al respecto.

1. Falla del motor del lavavajillas

El lavavajillas se enciende, el módulo de mando parece funcionar normal, pero el equipo no trabaja. Tal vez escuchas un molesto chirrido o chasquidos, sin embargo, el motor parece no funcionar.

¿Por qué falla el motor del lavavajillas?

Los modernos lavavajillas utilizan motores eléctricos sin escobillas, en muchos casos de transmisión directa. Estos motores pueden fallar simplemente por el tiempo de uso, ya que los componentes tienden a desgastarse u oxidarse. Por otra parte, sobretensiones eléctricas o cortocircuitos, pueden quemar los bobinados.

Puede dañarse el estator, quemarse los interruptores o sistema de conmutación de alimentación de los bobinados, o trabarse el rotor. Incluso, puede ser simplemente que un cable desconectado impide la alimentación eléctrica del motor.

Puede que el problema no esté en el motor, sino en el módulo electrónico de control.

Posibles soluciones a las fallas del motor del lavavajillas

Si sabes de mecánica y electricidad elemental, puedes aventurarte a revisar el motor y sus conexiones. Con suerte, con un mantenimiento básico, el motor volverá a funcionar.

Si, por el contrario, se ha dañado el bobinado o quemado el motor, debes sopesar si vale la pena enviarlo a reparar o instalar uno nuevo.

Un rotor trabado por sedimentos o desgaste, puede arreglarse sin alcanzar costos exagerados.

2. Problemas con los aspersores del lavavajillas

Los brazos rociadores o aspersores, son el elemento encargado directamente del lavado de tu vajilla, al aprovechar la presión de agua para girar y asperjar el agua sobre los utensilios de cocina.

Estos aspersores disparan agua a una velocidad que puede llegar a ser 50 veces superior a la velocidad con que sale el agua del grifo.

Si el agua no sale por los aspersores, o no sale con la fuerza suficiente, la vajilla no quedará adecuadamente limpia.

¿Por qué no funcionan adecuadamente los aspersores del lavavajillas?

El problema puede ser debido a múltiples causas, desde el que este cortado o bloqueado el suministro de agua al lavavajillas, pasando por una falla de la bomba de agua, hasta un posible bloqueo de los aspersores.

El suministro de agua puede fallar por una manguera desconectada, tapada o que presente una filtración. Mientras que la bomba puede estar trabada por acumulación de cal u otros sedimentos o simplemente rota. De igual forma, las acumulaciones de carbonato de calcio pueden obstruir total o parcialmente los rociadores.

Posible solución a las fallas de aspersores de agua en el lavavajillas

Deberás revisar el sistema de flujo de agua blanca del lavavajillas, desde la entrada de agua al equipo hasta los brazos rociadores.

Para los orificios aspersores, puedes emplear un objeto puntiagudo para destaparlos.

En la mayoría de los casos basta destapar o cambiar un ducto, salvo si se trata de un daño de la bomba de agua. En este caso, el problema se puede resolver con un mantenimiento básico, lo cual requiere de su desmontaje.

Si, por el contrario, la bomba se ha roto, sea el rotor o alguna de las aspas, tendrás que sustituirla por una nueva.

3. Falla del módulo electrónico del lavavajillas

Este tipo de fallas se puede expresar de múltiples formas, desde que tu lavavajillas no encienda, hasta que lo haga, pero no active ningún programa. Puede quedarse a mitad de un programa, reiniciarse constantemente, emite códigos de error o pitidos, no calienta o no desagua.

¿Por qué falla el módulo electrónico del lavavajillas?

Este módulo electrónico consta de protecciones para prevenir los efectos de variaciones de tensión, tales como varistores y condensadores para eliminar corrientes parasitarias del sistema. Sin embargo, los picos de tensión y los cortocircuitos pueden afectar a la placa electrónica, quemando componentes.

Puede dañarse desde el microprocesador SMD o el SMD de la fuente de alimentación, afectando todo el funcionamiento. Por otra parte, si el daño ocurre en el conector de la resistencia de calentamiento, el lavavajillas puede no calentar o sobrecalentar.

También, pueden verse afectados relés, condensadores, transformador, un triac, los micropulsadores o fundirse un LED. En el caso de los triacs, estos controlan dosificadores y válvulas, por lo que puede que no se dosifique el detergente o el abrillantador.

Mientras que los micropulsadores pueden dañarse simplemente con el uso continuo, lo cual afecta la selección de programas. En tanto que los LEDS indican la función o programa activo.

Posibles soluciones a las fallas del módulo electrónico del lavavajillas

Este es uno de los problemas más complicados que puede presentar tu lavavajillas, ya que, detectar el componente dañado en la placa electrónica es tarea de un especialista en electrónica, así como repararla, si es el caso.

En todo caso, amerita desmontar el módulo electrónico, sacarlo de su carcasa y revisar sus circuitos y componentes. Si el daño no es general, debe detectarse el componente dañado y, si es posible, sustituirlo.

4. El lavavajillas no desagua

En este caso, el lavavajillas parece funcionar bien, cumple con la fase de lavado, pero no desagua adecuadamente. Es decir, el agua se queda acumulada total o parcialmente en la cubeta.

¿Por qué no desagua el lavavajillas?

Esto puede ir desde un atasco en el desagüe o un filtro tapado, pasando por fallas de la bomba de agua hasta problemas con el controlador electrónico del lavavajillas.

Posibles soluciones a la falla de desagüe del lavavajillas

Lo primero es revisar la manguera de desagüe, que no esté doblada, rota u obstruida. Igualmente, que el desagüe no esté bloqueado o el filtro obstruido. Si el desagüe al que vierte la manguera está obstruido, tendrás que desatascarlo, sea utilizando el clásico desatascador o una víbora de fontanería.

Mientras que si el problema es el filtro, deberás acceder al mismo y limpiarlo. De igual forma, si se trata de la bomba de agua, quitas el filtro, seguidamente retiras la tapa y accedes a la bomba. Procediendo a revisar las aspas, comprobar su estado y eliminar cualquier bloqueo.

5. El lavavajillas tarda mucho en terminar

El caso aquí es que el lavavajillas tarda demasiado en cumplir su ciclo de lavado, puede que dure hasta tres horas en ese proceso.

¿Por qué tarda tanto en terminar el lavavajillas?

Lo primero es enterarte bien de las características de tu modelo de lavavajillas, ya que, muchos modelos europeos sacrifican velocidad de lavado en pro del ahorro energético.

Sin embargo, la lentitud puede ser causada por fallas concretas, tales como bloqueo de aspersores o mal funcionamiento de la bomba. Así como también, fallas del control electrónico, es decir, el ordenador del lavavajillas, o del sensor que evalúa el estado del agua y de la vajilla.

Posible solución al problema de lentitud del lavavajillas

En algunos casos, los lavavajillas incluyen un programa de lavado intenso, donde se activan ambos brazos rociadores con mayor velocidad, pero, ten en cuenta que esto aumentará el consumo promedio de electricidad.

Si la causa está en una falla, tendrás que revisar el desagüe, filtro y bomba de agua tal como te señalé en el punto correspondiente. En tanto que si sospechas de un problema en el control electrónico de funciones que afecte al desagüe, puedes intentar resetear el lavavajillas.

El reseteo devuelve las condiciones de fábrica al equipo y, para ello, normalmente basta que mantengas apretado 3 o 5 segundos la tecla de inicio o el botón Start. En otros lavavajillas el reseteo es algo más complicado, así que siempre consulta el manual correspondiente.

6. El lavavajillas carga agua y la expulsa

El problema en este caso es que tu lavavajillas carga el agua y seguidamente se activa la bomba de agua y la expulsa por el desagüe, una y otra vez.

¿Por qué se carga el agua y se desagua inmediatamente el lavavajillas?

Generalmente, el problema se encuentra en el contador de pulsos o caudalímetro, también llamado rueda de aletas, ubicado inmediatamente después de la electroválvula de entrada de agua.

Si esta pieza falla, el agua no deja de entrar, causando que se dispare el sistema anti-fuga y se activa la bomba.

Posible solución al problema de carga e inmediata descarga de agua

Debes acceder al caudalímetro, verificar su estado, comprobando incluso si hay continuidad eléctrica en sus contactos mediante el multímetro. De estar dañado, sustituirlo por uno nuevo.